jueves, 9 de septiembre de 2010

Rota

Fue una noche cualquiera
oscura como todas,
cruel como esta sola,
aunque llena de estrellas
que llenaban de pequeñas
bombillitas el cielo que miraba,
fue esa triste noche
cuando aquel gran mundo
lleno de nuevas ilusiones,
de pronto, dejo de tener sentido,
su corazón se partió en dos
y su alma se desgarro,
lagrimas de desesperación
comenzaron a descender
por aquellas mejillas
que hasta hacia muy poco
brillaban con luz propia,
sonrientes y sonrosadas.
De su ser manaba
la incredulidad de aquella
que se sentía confiada,
que jamas pensó en la traición,
su corazón se partió
su mundo se derrumbo
y ante ella se abría el vacío.
En ese momento eterno
dejo de vivir, dejo de soñar,
haciéndose preguntas
que nadie contestaría,
Su mente se lleno
con todas las mentiras
que había escuchado
hasta entonces.
De sus labios
salia la palabra “pero”,
sus oídos dejaron de
escuchar sonidos,
solo silencio,
y en su cuerpo
frió, solo frió.
Ante ella tenia el fin
de lo que había sido
el gran sueño de su vida.
¿Que haría ahora?
Perdida, sin rumbo
sin saber que hacer,
paralizada ante el miedo,
intentando despertar
de aquella pesadilla,
esperando que
tan solo fuera un sueño,
Sus manos temblorosas
subieron a su cabeza
y levantándose tan despacio
que cada segundo
fueron horas interminables
camino tambaleándose
por aquella habitacion,
se sentó en un sillón,
y abrazándose a sus piernas
en un llanto desesperado,
rota, hundida, humillada
en un sin sentido
y sin fin.

miércoles, 21 de abril de 2010

De vez en cuando la alegría
tira piedritas contra mi ventana
quiere avisarme que está ahí esperando
pero me siento calmo
casi diría ecuánime
voy a guardar la angustia en un escondite
y luego a tenderme cara al techo
que es una posición gallarda y cómoda
para filtrar noticias y creerlas

quién sabe dónde quedan mis próximas huellas
ni cuándo mi historia va a ser computada
quién sabe qué consejos voy a inventar aún
y qué atajo hallaré para no seguirlos

está bien no jugaré al desahucio
no tatuaré el recuerdo con olvidos
mucho queda por decir y callar
y también quedan uvas para llenar la boca

está bien me doy por persuadido
que la alegría no tire más piedritas
abriré la ventana
abriré la ventana.
 
Mario Benedetti

martes, 20 de abril de 2010

Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya.

Antoine de Saint-Exupéri (Le Petit Prince)

domingo, 21 de febrero de 2010

Dias malos

sábado, 20 de febrero de 2010

Reclamacion

jueves, 21 de enero de 2010





"Siempre nos quedará Amsterdam".

 
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