A veces me paro a pensar si puede ser cierto que alguien me haya querido hacer esta putada. Le doy vueltas y no consigo entender el sentido que tiene todo esto.
Cada mañana me cruzo con una chica, preciosa, y la admiro, o la envidio, o yo que se, es un sentimiento extraño, yo la miro, pero no es con ojos de deseo, o por lo menos ese deseo al que siempre llevan todos los “malos” pensamientos, es un algo inalcanzable, es un porque ella si y yo no diario. Es una admiración, envidia que crece día a día, hasta el punto de querer evitar ese instante en el que ella pasa, y el caso es, que sino es ella, dará igual, siempre me cruzo con otra chica Es como si el destino quisiera torturarme diciéndome a cada momento “Jodete, esto es lo que debería haber sido, y no fue.”
Cada mañana te encierras en tu jaula, pones el automático y ya sabes lo que te espera en ciertos aspectos de tu vida, sabes como debes actuar lo que debes decir y lo que se espera de ti, conoces las pautas que debes seguir y sabes que si te sales de eso....
Cada mañana miras a la gente que te rodea y te preguntas si entenderán algún día lo buena actriz que puedes llegar a ser, como a veces si se quiere el sufrimiento se puede llevar dentro y nadie ni siquiera notar una pizca de tristeza, de sentirte muerta cada día al despertar.
A veces te planteas si merece la pena seguir, sabes que cada mañana que despiertes, hay cosas que se van a repetir una y otra vez, y forman parte de una rutina que poca gente va a entender, es un algo que se lleva dentro, solo una misma, sabe lo que es enfrentarse a eso cada día, y es muy difícil de explicar esa realidad que una solo sueña y nunca va a llegar.
Quizás haya que plantearse las cosas desde otro punto de vista, no como esa putada, sino como que es lo que te ha tocado, y es con lo que tienes que vivir, y la verdad es que como todo, tiene sus cosas buenas y malas. Quizás sea mejor soñarlo como una aventura, llena de retos increíbles que has de ir superando hasta encontrar el próximo, que sera sin duda aun mas complicado que el anterior, y eso , aun viéndolo como lo que es, es parte de lo divertido de toda esta mierda.
Hace poco leí una fabula de unos animales que vivían en una selva, allí había tres leones, y no se ponían de acuerdo sobre cual debía ser el rey de todos ellos, así que propusieron una prueba, los tres leones debían subir una montaña y el que llegase a la cima, seria coronado como rey, ninguno de los tres lo consiguió, pero solo uno de ellos vio la derrota como algo positivo, dijo, “Por ahora me has vencido, pero tu ya has llegado a tu tamaño final, y yo aun estoy creciendo”.
A veces, cuando no se sabe si estas positiva o negativa, cuando ya ni siquiera sabes si es que eres así y nada tiene que ver con la gran putada, a veces me ayuda sonreír, charlar, escuchar, mirar, a veces me imagino en una cala repleta de piedras, allí sentada contemplando el horizonte y dejando pasar las horas, a veces creo que quizás deba dar las gracias por el privilegio de poder ver las cosas con dos perspectivas tan diferentes, y al final, ya no se si la suerte de estar viva, es buena o mala.
Quizás merezca la pena seguir y ver si una llega a la cima de la montaña algún día.
Cada mañana me cruzo con una chica, preciosa, y la admiro, o la envidio, o yo que se, es un sentimiento extraño, yo la miro, pero no es con ojos de deseo, o por lo menos ese deseo al que siempre llevan todos los “malos” pensamientos, es un algo inalcanzable, es un porque ella si y yo no diario. Es una admiración, envidia que crece día a día, hasta el punto de querer evitar ese instante en el que ella pasa, y el caso es, que sino es ella, dará igual, siempre me cruzo con otra chica Es como si el destino quisiera torturarme diciéndome a cada momento “Jodete, esto es lo que debería haber sido, y no fue.”
Cada mañana te encierras en tu jaula, pones el automático y ya sabes lo que te espera en ciertos aspectos de tu vida, sabes como debes actuar lo que debes decir y lo que se espera de ti, conoces las pautas que debes seguir y sabes que si te sales de eso....
Cada mañana miras a la gente que te rodea y te preguntas si entenderán algún día lo buena actriz que puedes llegar a ser, como a veces si se quiere el sufrimiento se puede llevar dentro y nadie ni siquiera notar una pizca de tristeza, de sentirte muerta cada día al despertar.
A veces te planteas si merece la pena seguir, sabes que cada mañana que despiertes, hay cosas que se van a repetir una y otra vez, y forman parte de una rutina que poca gente va a entender, es un algo que se lleva dentro, solo una misma, sabe lo que es enfrentarse a eso cada día, y es muy difícil de explicar esa realidad que una solo sueña y nunca va a llegar.
Quizás haya que plantearse las cosas desde otro punto de vista, no como esa putada, sino como que es lo que te ha tocado, y es con lo que tienes que vivir, y la verdad es que como todo, tiene sus cosas buenas y malas. Quizás sea mejor soñarlo como una aventura, llena de retos increíbles que has de ir superando hasta encontrar el próximo, que sera sin duda aun mas complicado que el anterior, y eso , aun viéndolo como lo que es, es parte de lo divertido de toda esta mierda.
Hace poco leí una fabula de unos animales que vivían en una selva, allí había tres leones, y no se ponían de acuerdo sobre cual debía ser el rey de todos ellos, así que propusieron una prueba, los tres leones debían subir una montaña y el que llegase a la cima, seria coronado como rey, ninguno de los tres lo consiguió, pero solo uno de ellos vio la derrota como algo positivo, dijo, “Por ahora me has vencido, pero tu ya has llegado a tu tamaño final, y yo aun estoy creciendo”.
A veces, cuando no se sabe si estas positiva o negativa, cuando ya ni siquiera sabes si es que eres así y nada tiene que ver con la gran putada, a veces me ayuda sonreír, charlar, escuchar, mirar, a veces me imagino en una cala repleta de piedras, allí sentada contemplando el horizonte y dejando pasar las horas, a veces creo que quizás deba dar las gracias por el privilegio de poder ver las cosas con dos perspectivas tan diferentes, y al final, ya no se si la suerte de estar viva, es buena o mala.
Quizás merezca la pena seguir y ver si una llega a la cima de la montaña algún día.
>
